sábado, 12 de diciembre de 2015

La historia de Ritica y Alvarito.



El jueves de 10 de diciembre del 2015, por curiosidades de la vida y oportunidades que también brinda la misma, conocí a Don Alvarito y Doña Ritica. De hecho, me impactó desde que los vi, esa forma de mirarse, esa conexión que algunos creamos sin usar las palabras. No era necesario indagar mucho, pero se veía que su historia tenía no solo unos cuantos años sino que tenía también ese extra que todos buscamos cuando nos enamoramos verdaderamente, ellos dos realmente tenían magia.



Afortunadamente, y esa audacia que como dirían los que me conocen no es mi mayor virtud, esta vez le saqué provecho y me ofrecí a llevarlos a su casa después de una interesante jornada que en otro momento les contaré. 



De ellos puedo decir que pocas veces en la vida me he encontrado personas así. Eran tan impresionantes, que en medio de la noche ellos brillaban, y escucharlos hablar era un deleite como escuchar poesía pero no de esa moderna que nos hemos inventado para acortar el amor, escucharlos era esas poesías de antaño, de esas que se vuelven canción que atraviesa el tiempo.



De él puedo decirles que es un pastuso raizal, ingeniero, enamorado de su Amada y de ella que es una cubana que Cali adoptó y que tiene una luz tan grande que se ve en el brillo que dan sus ojos.

Cuando íbamos camino a su casa, porque me ofrecí a llevarlos, entre historias cortas les pregunte cuántos años llevaban juntos... Lo sé, esas preguntas no son las correctas pero por motivos personales de un tiempo para acá cuando veo esa magia me siento atraída a preguntar, quiero escuchar entre líneas de otras historias que no hay que dejar de creer y que si, no hay que perder la fe en el amor.

Su respuesta me sacó de mi zona de confort. Lo primero que me dijo antes de comenzar fue: -¿Has leído el amor en los tiempos del cólera?, no dude en responder que sí, - pues bien esta historia te va a sonar familiar-. Dicho lo anterior me compartió su historia, la misma que les quiero dejar aquí. La historia de Alvarito y Ritica empieza así: Corrían los años 70’s, ella recién ingresada a la Universidad del Valle, inició como parte del grupo de danzas de la Universidad; Él, un hombre mayor, Ingeniero, acomodado para la época. Se conocieron porque junto a Ritica había entrado una chica que se volvería su melliza y que resultaría ser la hermana de Alvarito.

Las dos chicas, como es común se reunían en la casa de la melliza para practicar los ejercicios y pasar tiempo juntas. Es cierto eso que en la universidad uno encuentra esos amigos que se volverán parte de la familia para siempre. En una de esas tardeadas, llego Alvarito de visita y por primera vez cruzaron mirada y las preguntas que surgieron de ella fue, ¿Quién es él? ¿Esta casado? ¿Tiene Novia?. Alvarito por su lado, también quedó impactado y solo pregunto quién era la dama de la trusa negra, que hacia maromas con su hermana menor.

Corrían los 70’s, ella salió a su primer viaje internacional al Perú representando las danzas de la universidad y él con su vida organizada laboralmente seguía en Buga que era la ciudad donde estaba trabajando. Cuando regresó de su viaje, Cali seguía revolucionada, fueron a los juegos panamericanos, esos juegos que le cambiaron la cara a esta provincia y puso a Cali como la ciudad deportiva de América, siguieron saliendo pero al parecer el destino no estaba de su lado en ese momento y la vida, dio un giro. 

Ella se dedicó a sus cosas. Él se enamoró de otra y se casó, de esa unión nacieron tres hijos; ella por su parte también se enamoró ,se casó, se fue a vivir a Barcelona y también tuvo tres hijos, pero como la vida es tan paciente y curiosa, cada cual en tiempos distintos, decidió separarse de su respectivas parejas, lo que ellos no contaban es que la vida de nuevo los iba a poner en el mismo camino.

Corría el año 1991, habían pasado casi 20 años después de la ultima vez que se vieron, una reunión con la que era su melliza en la universidad, una fiesta, nuevamente los dos en el mismo lugar y al mismo tiempo, se reconocieron y tomaron la decisión de volver a ese camino que por cosas de la vida habían dejado a un lado, cuando todo era felicidad, la vida los puso a prueba y esta vez la desgracia toco su puerta pero el amor que es la fuerza mas poderosa e invencible lo que hizo en ellos fue transformarlos en una sola persona que renació como el fénix de las cenizas.

Ellos han vivido una vida curiosa, él se ha dedicado a hacer feliz a su amada, han vivido el amor con la locura que se requiere pero con la sabiduría que dan los años, entre sus anécdotas, compartidas esa noche esta la historia del día que ella quería tener una chiva y él como siempre cómplice, tomo el vehículo que tenían, un tico blanco, y le puso muchos colores como si fuera una chiva, pidieron permiso en el tránsito, incluso el tránsito creo una reglamentación para casos así (increíble, ¿no?), lo único, decía ella entre risas es que no le dejaron quitarle las puertas pero de esa manera pudo darle a su amada su anhelada chiva, la bautizaron La Morronguita y corrió por Cali  del 2004 al 2008.

Cuando los dejé en su hogar, me dijeron que ellos no tenían una relación, que ellos tenían una relación humana y que desde aquella noche cuando bailaron después de tantos años decidieron que querían seguir bailando toda la vida. Amado y Amada cruzaron la puerta que llevaba a su hogar, verlos tomarse de la mano fue casi una postal con la que soñé toda la noche.

Esta historia que a mi me pareció sacada de un sueño, es real, sus protagonistas representan todo lo que algunos soñamos y creemos del amor. 

Yo sueño con algo así, solo que espero que el loco destino no le de por ponerme a prueba con el tiempo y la paciencia, que si bailo con “Mi Alvarito” sea de una vez y con un "fueron felices para siempre", como la historia de Alvarito y Ritica. 

Rita.





miércoles, 2 de diciembre de 2015

Ayudemos a nuestros amigos en Navidad

Hola a todos

Hablando con muchos de mis amigos y amigas, me di cuenta de que muchos están iniciando negocios. Entonces pensé que una forma de ayudarlos es promocionar sus negocios para que entre todos ayudemos comprándole a nuestros propios amigos.

Seguro no es tan fácil porque nos encanta ir a los centros comerciales, pero de pronto, quizás, alguien venda un par de productos gracias a esta idea, me daré por bien servida.

Creo que necesitamos ayudarnos entre todos. ¿Qué tal si esta vez le compramos los regalos a nuestros amigos?

En este link https://docs.google.com/spreadsheets/d/11ktWMK5t6vcJI-2XJJzhLxJiD82WEQmopZYijaIQ_bk/edit?usp=sharing encuentran la lista que construimos con el primer llamado 

Están los datos, pueden navegarlos, chismear, recomendar y lo mejor, contactarlos para comprar.

Si conocen a alguien quien esté vendiendo algo, dejen los datos en los comentarios, para agregarlos a la lista!

Y sobre todo, comparte todo en tus redes, seguro a alguien le servirá

#CompraEmprendedor #ElDueñoEsMiAmigo

Pronto en este mismo blog, reseñas de los valientes vendedores

Un abrazo,

Naty




viernes, 15 de mayo de 2015

A próposito de la Eutanasia.

"Déjame que hable un momento con el médico" dijo mi papá
y nos sacó del cuarto a mi mamá y a mi.
Esperamos que saliera el doctor de su entrevista privada con él
y cuando salió le preguntamos qué pasaba y el solo atinó decir, tu papá
me sugirió que si se podía usar la eutanasia en su caso, pero le expliqué
que no es legal en Colombia, también mi objeción de conciencia y solo le pude
prometer que le daría calidad de vida"

Lo anterior pasó hace 8 años, quizás nueve, mi papá un luchador de 4 Accidentes Cardiovasculares (AVC) y cáncer, antes de pasar por su tercer ACV, le pidió a su médico que le ayudara acabar su sufrimiento, mi papá tenía todos sus comodidades pero no tenía la más importante su libertad, estaba postrado en una cama y para una persona cuya vida había sido muy activa y sin dependencias, depender le resultaba una prueba muy dura para su ser.

¿A qué viene lo anterior? Ayer falleció la niña chilena que pidió la eutanasia, murió por complicaciones, internada en un cuarto, agotada. Su cuerpo se dio por vencido, su alma se había rendido antes pero descansó. Suena cruel decir el descanso pero ella ya conocía que iba a pasar y quería evitar el dolor a su familia de verla disminuirse cada día. Salieron detractores a decir que debían salvaguardarle la vida y me pregunto ¿cuál vida?

Pues le cuento a estos detractores lo siguiente: Yo hubiera dado mi vida porque mi padre no hubiera sentido dolor cuando la morfina y el tramadol no hicieron efecto, mi papá siempre defendió la eutanasia como una manera digna de morir y digo digna porque el sabia que no había cura, no iba a mejorar y no quería que mi mamá sufriera y menos sufrir él.

Duró un poco mas de dos años en cama y su dolor fue quizás los golpes más duros al corazón de nosotros como familia. Cada cual lucha como puede y nosotros no queríamos que se fuera, ni que le doliera nada, pero quizás el mayor acto de amor que uno como familia puede hacer es aceptar la decisión de su familiar que escoge la eutanasia como forma para acabar con el dolor.

 A la niña chilena le debieron aceptar su decisión, igual mi padre debió tener ese  derecho cuando aun estando consciente lo consideró, ustedes quizás no lo entiendan ahora pero solo quien ha visto morir a alguien que aman con el alma entenderían que esto es una buena opción.